domingo, 7 de septiembre de 2008

Andrés Bello: Poeta y Educador

Nació el 29 de noviembre de 1781, en Caracas, Venezuela. Estudió en el colegio Academia del Convento de la Merced, luego en el Seminario de Santa Rosa. En 1797, ingresó a la Universidad Real y Pontificia de Caracas, graduándose en Bachiller en Artes (1800). Después siguió los cursos de Derecho y Medicina, pero no los pudo continuar por problemas económicos. Se dedicó, posteriormente, a dar clases a la élite de la sociedad caraqueña.

En 1802, inició su vida pública como oficial segundo en la Capitanía General de Venezuela. Paralelamente, comenzó a escribir sus primeros poemas y fue redactor de La Gaceta de Caracas.

Participó en 1810 en una Junta de Gobierno que se formó luego de los sucesos revolucionarios que dieron inicio al proceso de independencia americana.

A los pocos meses, fue designado en una misión diplomática en Londres junto a Simón Bolívar y Luis López Méndez, quienes deberían tratar de obtener el apoyo británico a la causa independentista.

A su llegada a Inglaterra se juntaron con Francisco Miranda, quien estaba proscrito por la gobernación de Venezuela por los intentos de emancipación que había impulsado anteriormente, aunque sin mucho éxito.

Su permanencia en Londres

En 1811, Miranda y Bolívar decidieron volver a Venezuela para participar en un nuevo intento revolucionario, lo que se hizo efectivo el 5 de junio de 1811, mientras que Bello y López se quedaron en la capital inglesa en comisión de servicio. Sin embargo, la reconquista española de su país les cortó el envío de dinero para subsistir.

Por tal razón, Bello permaneció 14 años en Londres. Para sobrevivir hizo clases de Castellano y comentaba poemas españoles. Además, realizó cursos en el Museo Británico.

En 1815, intentó volver a América, a Nueva Granada (Colombia), pero una carta con dicha petición nunca llegó, ya que fue interceptada por los realistas. Ese mismo año, pidió al gobierno de las Provincias de Río de la Plata permiso para irse a Buenos Aires, pero justo encontró trabajo como preceptor de los hijos del secretario de Estado para la India, lo que le hizo quedarse en Inglaterra. Además, comenzó a recibir una pensión de parte del estado inglés.

En 1822, conoció al ministro plenipotenciario chileno Antonio José de Irisarri, quien lo contrató como secretario de la legación chilena en Inglaterra.

Paralelamente, en 1823, fundó la revista Biblioteca Americana, donde escribió artículos literarios sobre la manera de uniformar la ortografía castellana. Tres años después, creó, en compañía de José García del Río, la revista El Repertorio Araucano.

En 1828, Simón Bolívar lo nombró cónsul general en París y ministro plenipotenciario en la Corte de Bélgica, pero Bello no aceptó, ya que deseaba regresar a América.

Por esa época, su compadre chileno Mariano Egaña lo convenció de viajar a Chile en busca de solvencia económica. Así fue como en 1828, José Miguel de la Barra, cónsul chileno en Londres, le comunicó a Bello que el presidente de Chile, Francisco Antonio Pinto, le costearía el viaje a él y su familia y además le ofrecería un trabajo acorde con su experiencia.

Su vida en Chile

Andrés Bello llegó a Valparaíso con su familia el 25 de junio de 1829. Un mes después, el presidente Francisco Antonio Pinto lo nombró oficial mayor auxiliar del Ministerio de Hacienda, con un sueldo anual de 2.000 pesos.

En el desempeño de su cargo, se dio cuenta de la necesidad de ampliar las actividades educativas en Chile y fomentar la cultura, sobre todo en el manejo de idiomas.

En 1830, es nombrado director del colegio de Santiago, que políticos conservadores habían creado para contrarrestar al liceo de Chile, que había fundado el liberal José Joaquín de Mora, pero un año después el establecimiento debió cerrar sus puertas.

Sin embargo, continuó trabajando para el gobierno por largos años, colaborando, por ejemplo, en el periódico de gobierno El Araucano, que trataba temas sobre política exterior y literatura. Además, redactó durante casi 30 años los mensajes presidenciales.

Por otra parte, Bello y Mariano Egaña concibieron la idea de reemplazar la Real Universidad de San Felipe. Así fue que en 1839, cuando Egaña era ministro de Instrucción, ordenó el cierre de esta universidad y formó una comisión que estaba a cargo de Bello para redactar la ley que daría vida a un nuevo establecimiento de educación superior.

El 19 de noviembre de 1842, fue aprobada por el Congreso la moción que creó la Universidad de Chile, siendo Bello su primer rector hasta 1865.

Además, en 1840 inició la tarea de redactar un nuevo Código Civil, ya que hasta ese tiempo se seguían usando las leyes hispánicas. Este lo terminó en noviembre de 1855 y el Congreso lo aprobó en diciembre del mismo año. Sin embargo, entró en vigencia recién en enero de 1857 y ha permanecido en vigor hasta hoy. Andrés Bello también fue SENADOR por Santiago desde 1837 hasta 1864

A partir de 1857, la movilidad de las piernas de Andrés Bello se fue deteriorando y por ello empezó a usar bastón. Sin embargo, siguió trabajando como rector en la Universidad de Chile y en sus investigaciones.

En septiembre 1865, se enfermó de bronquitis, afección que se agravó por un tifus. Se dice que en su delirio recitaba párrafos de la Eneida (poema épico de Virgilio). Tras 45 días de enfermedad, murió el 15 de octubre.

Obras Mayores

1.- Creación de la Universidad de Chile

Uno de sus aportes a la educación fue la creación en 1842 de la Universidad de Chile, de la cual fue rector por más de 20 años. El 19 de noviembre de 1842 se dicta la ley orgánica que crea la Universidad de Chile. Bello le dio a esta Corporación su fisonomía y doctrina singulares. . Este cuerpo constaba de cinco facultades, que formaban secciones distintas: facultad de filosofía y humanidades, facultad de ciencias matemáticas y físicas, facultad de medicina, facultad de leyes y ciencias políticas, facultad de teología.

Aun cuando tomó como modelos a las universidades inglesas, a la de Berlín y a la napole6nica, Bello creó un nuevo paradigma de Universidad "ajustado a las condiciones especiales de Chile y, en general, a las necesidades comunes de los países latinoamericanos en trance de desarrollo", como lo señala el filósofo de la educaci6n Roberto Munizaga.

La gestión rectoral de Andrés Bello, que se extiende desde 1843 a 1865, fue extraordinariamente fecunda, no sólo para la Universidad, sino para la cultura y el desarrollo integral del país.

Defiende la necesidad de multiplicar las escuelas primarias para universalizar la instrucción. Piensa que la educación debe ser integral, que se debe procurar la formación moral y la formación cristiana. Señala además que la educación primaria es imprescindible.

Además de dirigir y fomentar en todos sus detalles la instrucción primaria, la media y la superior, el consejo y las facultades debían procurar el cultivo de las letras y de las ciencias, y promover los trabajos académicos. El plan de trabajos que Bello señalaba a la nueva universidad era la aplicación de la ciencia europea a las peculiaridades de la naturaleza y de la sociedad chilena.

2.- Aportes a las Ciencias del Lenguaje.

La conservación del idioma castellano como un "medio providencial de comunicación" entre los pueblos americanos, fue una de las preocupaciones fundamentales de Bello. El sabio temía que se reprodujera acá "la confusión de idiomas, dialectos y jerigonzas, el caos babilónico de la Edad Media. "

Para preservar el lenguaje preparó su " Gramática de la Lengua Castellana destinada al uso de los americanos ". Amado Alonso y Pedro Henríquez Ureña coinciden en que esta obra no sólo es la mejor gramática de la lengua castellana, sino una de las mejores de los tiempos modernos en cualquier idioma.

3.- Obra Jurídica.

El Código Civil: En los modernos estados europeos, se había demostrado las ventajas de la codificación, que generaba cuerpos de leyes coherentes, preparados en forma racional y sistemática, por sobre el derecho común, lleno de vacíos y de leyes contradictorias. Partidario de esta modernización, Bello sostenía la idea de respetar las peculiaridades del derecho vigente, ordenándolo con técnicas de codificación. Inició este arduo trabajo en 1840. El Código entró en vigencia en 1857. Por su claridad, exactitud y coherencia fue fácil de aplicar. Asimismo, se adopt6 en otros países hispanoamericanos. Ecuador y Colombia lo promulgaron con muy pocas modificaciones y sirvió de fuente para los códigos de otras naciones del continente.

Derecho Internacional: Se considera que Bello es el primer tratadista de Derecho Internacional Público en lengua española. En efecto, sus "Principios del Derecho de Jentes" es la primera obra de esta calidad escrita en idioma castellano. En este libro se encuentran ya los conceptos relativos a la protección de una zona marítima exclusiva. Sobre la base de estos conceptos, Chile fue el primer país del mundo en proclamar, en 1947, su soberanía y jurisdicción sobre una zona marítima de 200 millas. Posteriormente, estos mismos conceptos dieron origen a la Comisión Permanente del Pacífico Sur.

Pensamientos para la Educación.-

Luego, el educador de América comienza a plantear sus particulares ideas con respecto a cómo debiera ser el proceso de enseñanza-aprendizaje. Afirma "que la instrucción popular sea inteligible, que los niños entiendan lo que aprendan". Señala que a veces hasta tres años de estudios en la enseñanza del primer nivel se pierden, porque los educandos han estudiado lo que no entienden. Y alude en forma específica a una actividad de su preferencia, la Gramática. Enfatiza que es una ciencia demasiado compleja para mentalidades de infantes y juveniles: "Esta ciencia es una de las más abstractas y profundas. Envuelve un análisis de pensamiento, y exige un delicado escrutinio y comparación de las ideas". En este plano, Bello tempranamente en el siglo XIX y con la autoridad que le dan sus estudios gramaticales y filológicos, orienta el proceso de la enseñanza de la lengua materna, indicando que el infante en sus primeros estudios y a lo largo de los diversos niveles de la enseñanza debe hablar "su lengua correcta o incorrectamente". Y sobre esa base, se irán derivando las correcciones gramaticales que "los inteligentes instructores" deben orientar. Y cuando se haya alcanzado un nivel más complejo, donde intervengan la lectura, la composición y la reflexión, solamente ahí surgirá la Gramática en todo su apogeo, pero "no con una descarnada retahíla de reglas, sino la ciencia del lenguaje".

Reitera Bello en el mal uso de esa metodología de la enseñanza tendiente a propiciar la adquisición del conocimiento, recitando o reteniendo conceptos nemotécnicos, sin comprender el significado y las ideas de que son portadores los textos que se van asimilando. Andrés Bello es terminante y acerbamente cuestionador cuando expresa: "palabras que no enseñan ni significan para él cosa alguna, le son naturalmente ingratas y deben serlo. Es y debe ser una cosa desapacible y repugnante encomendarlas a la memoria y recitarlas aunque se haga con facilidad y despejo. Esa atención a palabras cuyo sentido no se percibe, engendra además un hábito de vaguedad y confusión; la facultad de juzgar se embota, el alma se acostumbra a contentarse con meros sonidos, y cae en una especie de negligencia, que es casi una prostitución moral. No puede haber disposición más perniciosa: es funesta para la adquisición de sólidos conocimientos, pervierte el sano juicio aún en las cosas prácticas, es una injuria a las más nobles facultades del alma y una traición a la conciencia. Nuestra natural indolencia hace que nos contentemos con nociones vagas y superficiales; y a esta propensión juntamos la influencia de una educación descuidada. Y lo peor es que nada engríe y ensoberbece tanto, como una instrucción mal digerida. Nadie más pagado de sí mismo, que el verboso recitador de palabras y frases que no comprende".

Enseguida, se refiere a vicios negativos, no desterrados en los centros de enseñanza de niños y jóvenes del continente: Por ejemplo, que el estudiante dentro del aula debe tener más libertad y constituirse en un ente participativo. La sala de clases debe ser más excitante, que estimule y no fastidie el quehacer que va a desarrollar el educando. Definitivamente hay que dejar de lado, dice Bello, la "enseñanza árida y fastidiosa". Critica el educador americano las metodologías utilizadas en las disciplinas de Aritmética, Geografía e Historia. De la primera, señala que se enseñan tantas reglas, "¿...siendo tan pocas las que tal vez tendremos necesidad de aplicar, y las que se comprenden en sus principios, esto es, las que es capaz de demostrar el alumno?".

La Historia, desde su óptica, debe ofrecer a nuestra vista "como en un vasto teatro, grandiosas escenas en que figuran los hombres y los pueblos; en cuanto desenvuelve los ocultos resortes de la conducta humana, rastrea las causas, expone las consecuencias, pinta los caracteres de los personajes, y sazona de cuando en cuando su narrativa con los divertidos pormenores que pertenecen a la biografía, despertando y avivando por todos estos medios los sentimientos morales de nuestra naturaleza". Por otra parte, Bello señala que es conveniente otorgar la importancia que corresponde al estudio de la Naturaleza. Para ello, se hace necesario incorporar los estudios de Historia Natural, Química, Física y Astronomía.

Finaliza este artículo reiterando que los niños estudien lo que les conviene."Que principien bien, que no depositen en la memoria, sino aquello que entienden, que se interesen en lo que se les enseña; que orienten el estímulo de la curiosidad, que el amor a la instrucción despierte y ensanche sus facultades mentales. De este modo, veríamos levantarse una nueva generación".

3 comentarios:

Clari dijo...

esta bueno que los alumnos puedan tener acceso a blogs y puedan tener la consigna subida.
yo el año que mis papas sacaron pasajes a Argentina por vacaciones pude tener todos los apuntes de la clase y no me perdi nada.. pude seguirla aunque estaba de viaje

Unknown dijo...

Hola

Unknown dijo...

AMATERASU (@/_\@)